miércoles, 30 de noviembre de 2011

Aprobameeee Fernadddoooooo !  Te quieeeeeeeero <3 

deofrestacion en el amazonas !

  SOMBRAS Y DEFORESTACIÓN EN EL AMAZONAS

Árbol en la selva amazónica. Su poder e historia están amenazadas. Abajo, detalle la exuberante vegetación del Amazonas (ambas fotos de página shunya). 


     La región del Amazonas posee una magnífica biodiversidad. Es el pulmón del planeta y un santuario de belleza y riqueza natural. Su grandeza, como tantas regiones y especies de Este Mundo, se halla amenazada por el continuo ritmo de deforestación motivado por una explotación maderera irracional. Aquí le presentamos dos breves aproximaciones a la biodiversidad amazónica y las sombras que se extienden con amplitud siniestra sobre su verde extensión.
  En relación con el Amazonas, en Temakel también puede consultarse: El río Amazonas, su historia, mito y geografía
   E.I
Por César Augusto López Montoya
   El Amazonas, considerado como el "pulmón del mundo", tiene una magnitud de alrededor de 7.05 x 106 km2 de zona selvática, y merece especial atención porque es uno de los más diversos ecosistemas en el mundo (Anderson, 1990). Tiene un gran potencial económico debido a los alimentos y farmacéuticos derivados de las plantas de la selva, que se ven afectados por la deforestación, debido a la continua tala de árboles, eliminando así cada vez más especies adaptadas al medio ambiente de la selva. También, la cuenca del amazonas contiene entre el 40% y 50% de las especies de la tierra (un rango estimado de 2 a 30 millones de especies (Kishinami, 1996) muchas sin clasificar aún), incluyendo especies terrestres y acuáticas, de las cuales 27.000 están en peligro de extinción por la tala de unas 1.800 hectáreas de bosque cada hora (Murcia, 1996). Esta inmensa diversidad es debida, en gran parte, a las repetidas contracciones y expansiones de la selva durante el Pleistoceno.
El Amazonas fue bautizado así por el conquistador Francisco de Orellana quien en 1541 se vio atacado por tribus de la selva americana en las que predominaban las mujeres, y las relacionó con la mitología griega, según la cual, en la costa sur del Mar Negro había un pueblo guerrero formado principalmente por mujeres, quienes se cortaban un seno para poder disparar el arco (Microsoft Encarta, 1996).
La palabra Amazonas viene del griego (mazós)=seno. a =sin (privativo) (Mendizabal, 1956).
Los cierto es que el amazonas impresiona más por su arrogante exuberancia, que por quienes la habitaron en un pasado.
Actualmente el amazonas puede tener una deforestación total de aproximadamente unos 500.000 km2, aunque los datos varían entre unas fuentes y otras, pero la rata de deforestación se acerca a los 19.000 km2/año. El gobierno del Brasil, que posee el 60% del territorio de la selva amazónica, se ha preocupado mucho por este problema, y ha establecido decretos en los que sólo el 20% de la amazonía brasileña puede ser "limpiada" únicamente para ejercer la agricultura y cancelando las licencias de las compañías explotadoras de madera que mostraran irregularidades (Kishinami,1996). De este modo la deforestación bajó en un 10% durante el año de 1996.
Las principales causas de la deforestación en la región amazónica son complejas y merecen un análisis detallado. Pero tal vez una de las razones de la deforestación es la sobrepoblación que hay en esta zona. Solamente el Brasil tiene una densidad de población de aproximadamente 23 personas por km2, además de la tasa de desempleo y de inmigración; debido a esto los habitantes se ven obligados a buscar lugares menos poblados donde puedan despejar la selva para levantar cultivos (Buschbacher, 1980).
Muchos de los países que hacen parte de la cuenca amazónica, necesitan exportar bienes para reducir su deuda externa, y la selva del amazonas ofrece productos que pueden contribuir con algo de ese capital. También los incentivos gubernamentales por el aprovechamiento de la tierra hacen que la economía se mejore, pero logra todo lo contrario con la ecología, haciendo así que se promueva la deforestación en esta región. El desarrollo socioeconómico y la política pueden también llegar a ser causantes de la deforestación.
Actualmente el cultivo de coca hace que se despejen varios km2 de selva, porque para los campesinos de esta región resulta un negocio muy lucrativo.
Más de la mitad de la lluvia de la cuenca amazónica proviene del agua evaporada de la misma selva. La deforestación masiva provoca una pronunciada reducción en la lluvia selvática, haciendo que bajen los niveles de fuentes hídricas y de humedad ambiental. Además, las selvas tropicales húmedas, contienen aproximadamente el 35% del carbono de la tierra; si este carbono es liberado en la atmósfera, puede contribuir sustancialmente al calentamiento del globo. Pero el mayor peligro de la deforestación tropical está en la pérdida de la diversidad genética. La continua destrucción de las selvas tropicales, inevitablemente acarreará una extinción masiva (Anderson, 1990). Si esto ocurriese, se eliminaría una gran herencia genética de valor estético inevitable, además de los servicios ecológicos que presta, como por ejemplo la polinización, la dispersión de semillas, etc. Otro problema existente, particularmente en las épocas secas del año, es la ocurrencia de inmensos incendios forestales, los cuales afectan gravemente al ecosistema. Ha habido incendios que cubren áreas hasta de 600 Km 2. La deforestación en la selva amazónica se viene practicando desde hace aproximadamente 12.000 años, con la llegada de los humanos, los cuales limpiaban zonas para practicar la agricultura, pero desde hace tres décadas, las ratas de deforestación crecieron en forma exorbitante. Por lo tanto los gobiernos han decidido emprender una acción inmediata ante este suceso que afecta a todo el mundo. El desarrollo en gran escala del amazonas comenzó en los años 80. Tal desarrollo despejó grandes secciones de la cubierta forestal natural. Pero la selva cubrió rápidamente las áreas despejadas; infortunadamente este nuevo crecimiento no tiene la diversidad de la cubierta original. Este declinamiento en la diversidad afecta tanto a la vida animal como a la población humana, debido a que las plantas y los animales de los que ellos dependen, se extinguen.
En este problema de la deforestación no sólo sufren las especies terrestres, pues las especies acuáticas, en particular las del Río Amazonas, también se ven afectadas. Este Río es considerado como el segundo más largo del mundo, después del Nilo, y tiene aproximadamente 2000 Km de largo. Durante los años 80 se hizo un estudio en el cual encontraron aproximadamente entre 1200 y 1500 especies diferentes de peces, pero en estudios recientes esta cantidad ha bajado a 400, lo cual indica una disminución de casi la tercera parte de la diversidad del río. La deforestación juega un papel importante en la disminución de la población ictiológica, particularmente en Manaos, y esto es debido no sólo a la pesca excesiva, sino también a la desaparición de la alimentación de los peces, porque la gente corta los árboles y el ganado y los búfalos de agua se alimentan del pasto acuático (Marshall, 1995).
Pienso que este problema de la deforestación en toda la cuenca amazónica, de la cual hacemos parte nosotros como Colombianos, debe ser más tomado en cuenta por los gobiernos de los países que la conforman, ya que de nosotros depende, en gran parte, el futuro de nuestro planeta. Es importante resaltar el hecho de que Brasil, por tener más del 50% de la amazonía, ha reglamentado ciertas políticas para el cuidado de la selva, y se ha preocupado por conservar la supervivencia de esta fuente vital, implementando políticas gubernamentales de reforestación y cuidado de las cuencas. Se impone la necesidad de que nuestros gobernantes tomen conciencia del problema y hagan lo mismo, por medio de tratados fronterizos, y convenios de hermandad.
Si se lograra reforestar la cantidad de kilómetros cuadrados que se han perdido, el hueco de ozono en la atmósfera se vería restituido en buena parte. (*)
(*) Fuente: César Augusto López Montoya, "Deforestación en el Amazonas", editado anteriormente en página prof.uniandes.edu.co

  

   
 Entre el 27 y el 29 de marzo del 2001, políticos, funcionarios forestales, representantes de la industria y de ONGs se reunieron en la ciudad de Brasilia durante el seminario "Amazonia Siglo XXI: Perspectivas para el Desarrollo Sustentable" a efectos de discutir sobre el futuro de la Amazonia, la mayor selva tropical del mundo. A pesar del drástico proceso de deforestación y degradación que está afectando desde hace años a este vasto y rico espacio geográfico, en el encuentro reinó una visión optimista. El fundamento de tal actitud esta en la idea de que el "manejo forestal sustentable" habrá de constituir la herramienta capaz de solucionar todos los problemas.

   El sector industrial, representado por la Confederación Nacional de Industrias defendió la corta selectiva como una practica adecuada para alcanzar el "desarrollo sustentable" de la región amazónica y dio un alerta frente a las visiones catastrofistas y alarmistas en relación al futuro. Los representantes de las ONGs presentes compartieron básicamente la idea de que el manejo forestal sustentable constituye una manera adecuada de conservar la selva. Si bien ambos grupos mencionaron la necesidad de controlar el madereo ilegal, los aspectos sociales y políticos no fueron considerados en sus respectivas exposiciones.

    Este encuentro tan lleno de optimismo fue interrumpido por un grupo de indígenas representantes de diferentes naciones, que invadió el auditorio y expreso sus puntos de vista. Dijeron que querían seguir siendo indios, que querían conservar sus bosques y culturas y que para ello necesitaban apoyo. El líder kayapo O-Kiaboro recordó a la audiencia que la llegada de los europeos al territorio que después sería Brasil significó el inicio de la destrucción de la naturaleza y de las culturas indígenas. Su pueblo no tiene por qué ser optimista en relación con el futuro de la Amazonia. Por el contrario, su percepción es que están perdiendo su hogar, y que las autoridades no están haciendo nada para proteger sus derechos. Abogó por un fortalecimiento del estatus y las funciones de la FUNAI (agencia gubernamental de asuntos indígenas), que actualmente está siendo desmantelada. Otro de los representantes indígenas expresó claramente lo que piensan de la FUNAI al señalar: "Dicen que la FUNAI no sirve. Pero los pueblos indígenas me han dicho: es malo tenerla, pero peor sería no tenerla". Una vez que los representantes indígenas expresaron su posición, abandonaron la sala, y las discusiones siguieron más o menos en el mismo tono optimista: el manejo sustentable es la solución al problema.

    Sin embargo, entre los tantos temas no discutidos en el encuentro estuvo el de las consecuencias de este "manejo" para los bosques. Una de ellas sería la apertura del bosque, como consecuencia de la corta selectiva, lo que aumentaría aún más el riesgo de incendios, fenómeno que ya está destruyendo extensas áreas de la Amazonia.

   Pero probablemente el peor aspecto de la corta selectiva es que es un argumento usado por el gobierno para apoyar sus planes de promoción industrial para explotar los recursos de la Amazonia durante el siglo que se inicia. Por increíble que parezca, tras el desastre ambiental y social que significó el programa "Pra frente Brasil!" implementado durante la dictadura militar en los años 60 y 70, y a pesar de las críticas que levantó en 1997 el plan "Brasil en Acción", para inversiones en infraestructura, nuevos asentamientos y la expansión de la frontera agrícola en la Amazonia, el gobierno sigue insistiendo con el plan "Avanca Brasil!". Este nuevo y gigantesco plan incluye --entre otros proyectos de consecuencias negativas-- uno para duplicar la actual red carretera en la región. Ello posibilitaría la explotación de la totalidad del volumen de madera existente y llevaría a la liquidación final de la selva.

   En suma, la conservación de la Amazonia no es una cuestión técnica, que pueda ser resuelta con el "manejo forestal sustentable". En el actual contexto político, centrar la discusión en este tema significa jugar a favor de las empresas que, respaldadas por el gobierno, se están preparando para explotar lo que queda de un espacio que hace 50 años permanecía prácticamente virgen y estaba siendo utilizado de manera verdaderamente sustentable por parte de los pueblos indígenas que lo habitaban. (*)

lunes, 28 de noviembre de 2011

EL SALVADOR !

EL SALVADOR

Con una extensión de 20.742 km2, El Salvador es el más pequeño de los países de Centroamérica y, a la vez, el que presenta una de las condiciones ambientales más deterioradas, es decir, el dos por ciento del territorio cubierto por bosque natural secundario y más del 75 por ciento de los suelos con algún grado de erosión. A pesar de la reducida cobertura arbórea, la deforestación sigue avanzando en favor de los cafetales y plantaciones forestales, aunque las principales causas de la deforestación parecen estar asociadas a procesos de urbanización y concentración de poblaciones. Esta situación tiene repercusiones sobre la demanda directa de productos forestales.
La población está ligada al uso de los recursos naturales por razones de tradición y costumbres culturales, y también debido a situaciones sociales y económicas. Con una de las densidades de población más altas del mundo (más de 250 habitantes/km2), la presión sobre los recursos naturales casi ha eliminado la vegetación natural del país.
La cobertura arbórea remanente en El Salvador está compuesta por bosque de coníferas formado en un 70 por ciento por Pinus oocarpa (pino ocote), y el resto por P. pseudostrobus (pino blanco), P. caribaea, y en menor cantidad P. ayacahuite y Abies guatemalensis (abeto). La cobertura de coníferas se estima en unas 25.000 ha. Los bosques latifoliados mixtos, esparcidos como relictos de masas arbóreas entre campos agrícolas y ganaderos, se estiman en unas 52.000 ha. Los bosques de manglares, con aproximadamente 39.000 ha, y terrenos con vegetación arbustiva conforman el resto de la cobertura boscosa. Se calcula que entre 1977 y 1996 se produjo una reducción de la cobertura arbórea, la que de 262.308 ha bajó a 225.098 ha. La falta de información precisa dificulta la evaluación del estado actual de los recursos forestales en El Salvador, aunque las observaciones de campo sugieren que el proceso de deforestación ha continuado a un ritmo acelerado, dejando pequeñas áreas aisladas de cobertura boscosa.
Según el Plan de Acción Forestal de El Salvador (PAFES 1994), se han identificado 125 áreas naturales que cubren unos 372 km2 (menos del 1,8 por ciento del territorio); la mayoría de ellas con una extensión bastante reducida, pero con amplia biodiversidad. Al momento, sólo se han declarado cuatro áreas protegidas y 121 áreas propuestas; cabe anotar, sin embargo, que las áreas declaradas no han sido legalizadas.
Dada la baja cobertura forestal en El Salvador, las áreas cafetaleras adquieren importancia desde el punto de vista hidrológico y de provisión de productos energéticos como la leña, dado que la superficie de los cafetales superan a cualquier otra superficie boscosa (entre 13 y 14 por ciento de la superficie del país). La demanda por leña ha aumentado en importancia, por lo que constituye un factor que contribuye a la deforestación. Las estimaciones son variadas, pero según estudios, entre el 51 y el 69 por ciento del consumo energético del país proviene de la quema de leña. En el campo, la leña representa el 92 por ciento del consumo de energía, lo que junto con la demanda por más tierra para fines agrícolas y pastizales ha incrementado la deforestación a un promedio estimado de 4.500 ha por año.
Aunque la información documental está dispersa y es difícil de corroborar, varios estudios y múltiples experiencias anecdóticas indican que el consumo de leña ya sobrepasa la producción sostenible. La demanda principal emana de tres fuentes de usuarios: hogares, industrias (beneficios, ingenios, caleras, salineras, ladrilleras) y negocios alimenticios (panaderías, tortillerías, comedores, pupuserías, y otros). A nivel del país, el 77 por ciento de la población utiliza leña para cocinar. Si bien no se ha determinado qué porcentaje de estas familias compran la leña, se sabe que el precio de la misma se ha incrementado entre 400 por ciento y 1.200 por ciento durante los últimos diez años, mientras que el salario mínimo rural ha aumentado sólo en un 100 por ciento. Por otra parte, el promedio de tiempo empleado para recoger la leña ha aumentado de tres a cuatro veces en el mismo período.

PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS Y SU IMPORTANCIA

El Salvador es un país cuya población está ligada al uso de los recursos naturales por razones de tradición y cultura, y también debido a situaciones sociales ó económicas. No obstante, no hay muchos estudios que cuantifiquen esta información; Ventura (en edición) informa que en el Departamento de San Vicente se emplean 118 especies de la flora nativa provenientes de 59 familias botánicas. En todo el país, las pequeñas áreas con cobertura boscosa están sometidas a una fuerte presión de extracción de los recursos naturales.

Plantas medicinales

Alrededor de la medicina natural popular se desarrolla una intensa actividad socioeconómica, basada en el cultivo o recolección, procesamiento y comercialización de plantas consideradas de valor terapéutico. En varios sitios, principalmente en los mercados populares, se venden cantidades variables de plantas, prescritas por curanderos o simplemente para automedicación. También existen comerciantes llamados ‘especieros’ o ‘suchileros’, quienes se dedican a la venta de plantas medicinales y medicinas de origen animal u otro. A pesar de que este proceso no ha sido cuantificado ni documentado, el mismo forma parte importante de la economía informal de El Salvador. Un estudio realizado por Ramírez (1992) indica que de 553.162 habitantes que tenía San Salvador (capital) en 1990, 182.543 utilizaban plantas medicinales a razón de 1,56 kg. per capita (284,767 kg. en total); se considera, sin embargo, que el uso de medicina popular es más fuerte en el área rural.
González (1994) identificó 476 especies de plantas utilizadas como medicamento botánico, pertenecientes a 134 familias. Del total, 345 plantas son nativas y 131 exóticas (naturalizadas, no naturalizadas e importadas), y se usan para tratar un total de 224 males de la salud. De las 40 especies más utilizadas y aceptadas por su efectividad, por lo menos 21 son nativas.
En el país hay por lo menos ocho empresas que transforman productos vegetales para producir aceites esenciales o extractos para la fabricación de medicinas, a partir de materia prima cultivada. Una de ellas reporta la producción de 2.500 libras de extracto de bálsamo, en un período de seis meses.
Cuadro 1. Especies más importantes utilizadas en la medicina popular.
Nombre común
Nombre científico
Parte utilizada
Uso medicinal
Bálsamo
Myroxylon balsamum var. Pereirae
corteza, flores, frutos
Expectorante, antiasmático
Calaguala
Polypodium aureum
Rizoma
Diurético, disolvente de cálculos
Caña fístola
Cassia fistula
Frutos
Vermífugo
Caulote
Guazuma ulmifolia
Corteza, frutos
Vermífugo, antidiarreico
Chichipince
Hamelia patens
Hojas
Panacea
Ciprés
Cupressus lusitanica
Hojas, ramitas
Antisarampiónico
Epasote
Chenopodium ambriosoides
Hojas
Vermífugo
Hoja de golpe
Solanum diphyllum
Hojas
Desinflamante en golpes
Jenjibre
Zingiber officinale
Rizoma
Afecciones de la garganta
Quina
Coutarea hexandra
Corteza
Febrífugo (antipalúdico)
Siguapate
Pluchea odorata
Hojas
Dolor de estómago
Suelda con suelda
Anredera vesicaria
Bejuco
Desinflamante, huesos rotos
Taray
Eysenhardtia adenostylis
Tallo (astillas)
Diurético, disolvente de cálculos
Tempate
Jatropha curcas
Látex
Llagas de labios y boca

Fuente: González 1994

Productos alimentarios

La Estrategia Nacional de Biodiversidad de El Salvador (1999, sin publicar) identifica 109 especies (de 44 familias botánicas) de plantas nativas que producen frutos o poseen partes que son aprovechadas como alimento. De éstas, unas 19 plantas son cultivadas, mientras que el resto provienen de áreas silvestres y bosques. Entre ellas, el ojushte (Brosimum allicastrum), cuyo fruto se usa para producir harina para hacer tortillas (se ha utilizado como sustituto del maíz); la flor de pito (Erythrina berteroana) tiene un amplio consumo en el país y parece estar muy arraigada entre la población salvadoreña en el extranjero (más de dos millones), se utiliza en la elaboración de pupusas (tortilla tradicional de El Salvador) y como condimento en los frijoles.
Cuadro 2. Exportación de especies de plantas comestibles.
Producto
1995
1996
1997
1998
 
Kg
Colones
Kg
Colones
Kg
Colones
Kg
Colones
Chipilín
179
4.220
-
-
583
8.223
1.981
55.601
Pacaya
136
4.534
-
-
-
-
14
2.180
Pito
3.366
55.934
16.591
67.901
1.647
71.100
2.912
167.889

Fuente: Informes de Aduanas de la D.G.S.V.A. del Ministerio de Agricultura y Ganadería / Dirección General de Economía Agropecuaria
Cuadro 3. Principales plantas comestibles de hábito de crecimiento arbustivo o arbóreo que se consumen.
Nombre común
Nombre científico
Familia
Hábito de crecimiento
Parte comestible
Alais
Sauraia kegeliana
Actinidiaceae
Árbol
Fruto
Jocote de pava
Spondias cirouella
Anacardiaceae
Árbol
Fruto
Jocote jobo
Spondias mombin
Anacardiaceae
Árbol
Fruto
Jocote pitarrillo
Spondias purpurea
Anacardiaceae
Árbol
Fruto y hojas tiernas
Anona colorada
Annona reticulata
Annonaceae
Árbol
Fruto
Cincuya
Annona purpurea
Annonaceae
Árbol
Fruto
Chirimuya
Annona holosericea
Annonaceae
Árbol
Fruto
Anona poshte
Annona cherimola
Annonaceae
Árbol
Fruto
Loroco
Fernaldia pandurata
Apocynaceae
Bejuco
Flor
Cuchamper
Gonolobus salvinii
Asclepiadaceae
Bejuco
Fruto
Cuajilote
Parmentiera aculeata
Asclepiadaceae
Arbusto
Fruto
Manune
Cordia colococca
Borraginaceae
Árbol
Fruto
Papayo de montaña
Carica cauliflora
Caricaceae
Hierba arbustiva
Fruto
Julupa
Jacaratia mexicana
Caricaceae
Árbol
Fruto
Sunza
Lycania platypus
Chrysobalanaceae
Árbol
Fruto
Sunzapotillo
Couepia polyandra
Chrysobalanaceae
Árbol
Fruto
Chaparrón
Rheeda edulis
Guttiferae
Árbol
Fruto
Laurelillo
Litsea glaucescens
Lauraceae
Árbol
Fruto
Aguacate cusha
Persea schiedeana
Lauraceae
Árbol
Fruto
Pito
Erythrina berteroana
Leguminosae
Árbol
Brotes, hojas tiernas, flores
Madrecacao
Gliricidia sepium
Leguminosae
Árbol
Flores, semillas
Copinol
Hymeneae courbaril
Leguminosae
Árbol
Fruto
Zapato de mico
Inga calderonii
Leguminosae
Árbol
Fruto
Cuje
Inga edulis
Leguminosae
Árbol
Fruto
Pepeto
Inga fagifolia
Leguminosae
Árbol
Fruto
Cuje purito
Inga minutula
Leguminosae
Árbol
Fruto
Paterno
Inga paterna
Leguminosae
Árbol
Fruto, semilla
Pepeto guamito
Inga punctata
Leguminosae
Árbol
Fruto
Cujin
Inga sapindoides
Leguminosae
Árbol
Fruto
Cuje de río
Inga vera
Leguminosae
Árbol
Fruto
Nance
Byrsonimia crassifolia
Malpighiaceae
Árbol
Fruto
Murmuy
Bunchosia cornifolia
Malpighiaceae
Árbol
Fruto
Ojushte
Brosimum allicastrum
Moraceae
Árbol
Fruto y semillas
Capulamates
Ficus spp.
Moraceae
Árbol
Fruto
Cerezo
Ibarreae paschalis
Myrsinaceae
Árbol
Fruto
Coyol
Acrocomia vinifera
Palmae
Palmera
Fruto
Huiscoyol
Bactris major
 
Palmera
Fruto
Cuiliote
Chamaedorea graminifolia
Palmae
Palmera
Tallo apical
Pacaya
Chamaedorea pinnatifrons
Palmae
Palmera
Inflorescencia
Pacaya
Chamaedorea tepejilote
Palmae
Palmera
Inflorescencia
Granadilla silvestre
Passiflora faetida var salvadorensis
Passifloraceae
Bejuco
Fruto
Granadilla ácida
Passiflora platyloba
Passifloraceae
Bejuco
Fruto
Irayol
Genipa americana
Rubiaceae
Arbol
Fruto
Crucito
Randia pleiomeris
Rubiaceae
Arbol
Fruto
Torolo
Alibertia edulis
Rubiaceae
Arbol
Fruto
Sapote injerto
Pouteria viridis
Sapotaceae
Arbol
Fruto
Níspero de montaña
Manilkara sapota
Sapotaceae
Arbol
Fruto
Tempisque
Mastichodendron capirii
Sapotaceae
Arbol
Fruto
Guaicume
Lucuma salcifolia
Sapotaceae
Arbol
Fruto
Aceituno
Simaruba glauca
Simarubaceae
Arbol
Fruto
Cacao silvestre, cushta
Theobroma angustifolium
Sterculiaceae
Arbol
Fruto
Castaño
Sterculia apetala
Sterculiaceae
Árbol
Nuez

Fuente: Estrategia Nacional de Biodiversidad de El Salvador ,1999.
Las hojas de chipilín (Crotallaria vitellina), las flores de pacaya (Chamaedorea tepejilote) y los botones florales del loroco (Fernaldia pandurata), aunque este último ya se cultiva, están entre las plantas que regularmente consumen los salvadoreños.

Látex o resina

El bálsamo (Myroxylon balsamum (L. Harms) pertenece a la familia Fabaceae. Es una leguminosa arbórea, con un fuste de más de 30 m de alto, de cuya corteza se obtiene una oleorresina que constituye la materia prima producida casi exclusivamente en El Salvador. El bálsamo crece en el bosque húmedo tropical, en la zona integrada por los departamentos de Sonsonate y La Libertad, conocida como la zona del bálsamo. Actualmente, en partes de esta zona se han establecido cultivos de café, granos básicos y pastoreo.
La oleorresina se utiliza en forma industrial para elaborar perfumes, jabones y barnices, así como para la preparación de los santos óleos de la Iglesia Católica. También se utiliza como base para la fabricación de cremas acondicionadoras del cabello y fijador de distintos compuestos químicos. La semilla macerada tiene usos en la industria farmacéutica para la expulsión de cálculos renales, antihistérico y astringente, para la eliminación de manchas y suavizante de arrugas en el rostro. La madera tiene varios usos por sus buenas cualidades y dureza.
El bálsamo se ha utilizado desde la época precolombina; el imperio azteca hacía incursiones en Centroamérica para proveerse de él. Posteriormente, la Corona Española, para evitar que se conociera su sitio de origen, lo enviaba a España vía Perú, por lo que también se le denominó ‘bálsamo del Perú’. La explotación ha estado en manos de grandes propietarios y arrendatarios (el arreglo más común consiste en que el propietario entrega el recurso bajo contrato y recibe el 50 por ciento de la producción); últimamente participan en la explotación pequeñas cooperativas agrícolas.
El árbol del bálsamo empieza a producir entre los 20 y 30 años, por un período de 30 a 40 años. La explotación se hace de forma muy rudimentaria, realizando cortes en la corteza por donde exuda la resina. Se resinan árboles que tiene en promedio 12-15 cm de diámetro; el número de heridas que se le practican al árbol por cosecha depende del grosor.
El bálsamo se comercializa a nivel nacional e internacional, con la diferencia de que para el mercado nacional se vende con impurezas. El productor vende al intermediario a un precio que varía entre 17 y 18 colones salvadoreños por libra (1libra=0,45kg) de bálsamo crudo. El intermediario lo vende purificado por un valor que oscila entre 23 y 25 colones al exportador, quien lo revende entre 27 y 29 colones la libra. Las cantidades exportadas varían dependiendo de los precios y la demanda; el comercio es manejado en El Salvador por seis compañías exportadoras. Este producto es exportado en su estado natural debido a que en el país no existe una industria que lo procese. Los mayores compradores son Estados Unidos, Alemania y Francia.
Cuadro 4. Exportaciones de bálsamo en los últimos cuatro años.
Año
Galones
Litros
Kg
Valor ($EE.UU.)
1995
30.246
7.827
33.293
1.214.124
1996
12.186
-
68.708
1.122.533
1997
12.165
-
21.976
2.012.472
1998
15.811
-
27.291
1.691.254

Fuente: Estadísticas Dirección General de Economía Agropecuaria, MAG
La calidad de la oleorresina puede alterarse si se calienta durante el proceso de extracción, o bien por las heridas practicadas al árbol. Por otra parte, los arrendatarios a veces matan el árbol en su intento por obtener el máximo provecho.
En El Salvador no existe una política estatal de protección y fomento de este recurso. La última Ley Forestal solo menciona la necesidad de proteger el recurso forestal, pero no se fomenta el establecimiento de áreas puras de bálsamo, ni la protección del recurso existente. Así, cada día disminuye la cantidad de árboles en sus áreas naturales, por la conversión de ellas a usos agrícolas, sea en forma exclusiva o en asociación con el cultivo del café.

Semillas

Las semillas de varias especies del bosque se utilizan con diferentes fines: la semilla de copinol (Himenea courbaril) se utiliza en la fabricación de artesanías en La Palma; la de aceituno negro (Simaruba glauca) sirve para fabricar un tipo de jabón suave, utilizado en las zonas rurales; la de nacascolo (Caesalpinia coriaria) se utiliza en la curtiembre de pieles.
En 1974 se creó en El Salvador un Banco de Semillas Forestales, como parte del Centro de Desarrollo Forestal (CEDEFOR). Ese Banco atiende la demanda de semillas de especies forestales (nativas y exóticas) de los proyectos de reforestación que el gobierno impulsa, así como de diferentes proyectos de iniciativa privada. El material distribuido proviene de fuentes semilleras conocidas y clasificadas según su calidad genética. El Banco maneja unos 45 lotes de semillas de 30 especies, que representan unos 1.300 kg (alrededor de 13 millones de árboles), con un valor de 28.400 $EE.UU. Se manejan especies nativas como caoba (Swietenia humilis Zuncc.), bálsamo (Myroxylon balsamum (L.) Harms), calistemo (Calistemun lanceolatus), conacaste negro (Enterolobium cyclocarpum (Jack) Grisebach), cortés negro (Tabebuia chrysanta (Jack) Nichols), chaquiro (Colubrina ferruginosa), flor de fuego (Delonix regia) y nogal (Juglans nigra).

Artesanías

La artesanía tiene una fuerte tradición en El Salvador, y los productos artesanales se venden tanto en el país como en diferentes países de la región centroamericana. Entre las especies más utilizadas para la producción de artesanías de madera están las siguientes: conacaste (Enterolobium cyclocarpum), cedro (Cedrela odorata) y pinos (Pinus pseudostrobus, P. tenuifolia, P. ayacahuite). Los pinares han sido muy afectados por la extracción masiva de tablas, ocote, aguarrás y leña; de hecho, esta última es la actividad más dañina. Otra especie muy utilizada es el pinabete (Abies guatemalensis), especie endémica de ciertos sitios cuyas poblaciones están en inminente peligro. Tanto los pinos como el pinabete se utilizan también como árboles de navidad, lo que contribuye a la tala indebida.
Se fabrican, además, artesanías y muebles de mimbre (llamada así la fibra proveniente de las raíces aéreas de varias especies de la familia Araceae: Heteropsis spp., Philodendron spp., Monstera spp.), pero la materia prima es importada de Guatemala y Honduras. Estas plantas crecen sobre los árboles del bosque; con la desaparición casi total de los bosques salvadoreños, prácticamente ya no se encuentran en el país.
Las comunidades rurales también fabrican artesanalmente artículos de uso doméstico que forman parte de la cultura y vivienda campesinas, aunque muchos de ellos han sido suplantados o han ido desapareciendo. Por ejemplo, se fabrican jabones caseros con grasas extraídas de varias semillas, como la del aceituno (Simarouba glauca), la caoba (Swietenia humilis) y el tambor o palo de queso (Omphalea oleifera), así como de las ‘orejas’ del conacaste (Enterolobium cyclocarpum) y del mesocarpo y follaje de pacún (Sapindus saponaria).
Las piladeras (artefactos que sirven para machacar los granos de maíz, café o arroz) consisten de un trozo de madera con una cavidad cónica donde se colocan los granos y un mazo con un extremo obtuso. Este artefacto es construido con maderas duras como conacaste (Enterolobium cyclocarpum), zorra (Albizia saman), copinol (Hymenea courbaril), caoba (Swietenia humilis), roble (Quercus sp.) o bálsamo (Myroxylon balsamum).
El tapexco (objeto para guardar alimentos, ollas, cacerolas) se construye empleando un aro del bejuco chupamiel (Combretum farinosum) o bejuco de corral (Arrabidae patellifera), tejido con pita delgada de maguey (Agave letonae). Las bateas (instrumentos de madera utilizados para lavar ropa) se hacen con madera de ceiba (Ceiba pentandra), aguacate o mango. Las costaneras de las tijeras (camas) se construyen con laurel (Cordia alliodora), caoba (Swietenia humilis), cedro (Cedrela odorata) y otras especies.
En las zonas rurales se usan escobas artesanales hechas de palma (Brahea spp., en especial Brahea salvadorensis), y de otros materiales como ramitas de escobillas (Sida spp.), tules (Cyperus spp.) y maicillo montés (Sorghum halepense). Los cabos (mangos de algunos azadones, rastrillos, hachas, entre otros) y cachas (asideros de cuchillos o armas de fuego) se construyen con maderas resistentes como copinol (Hymenea courbaril), laurel (Cordia alliodora), guayabo (Psidium guajava), chichipate (Sweetia panamensis), barío (Calophyllum rekoi), cabo de hacha (Luehea candida) y bálsamo (Myroxylon balsamum).

Fauna

Existe una arraigada tradición de cacería entre la población salvadoreña; al mismo tiempo, la pobreza obliga a una alta proporción de la población al uso de la vida silvestre animal como complemento de proteína. Especies como la iguana (Iguana iguana) y el garrobo (Ctenosaura similis) son consumidas tradicionalmente y en grandes cantidades; su carne y huevos son muy apreciados. A pesar de que existen granjas para la crianza de iguanas, los animales utilizados como pie de cría se han obtenido en las áreas silvestres. Los animales criados en estas granjas solamente pueden exportarse, ya que existe un reglamento que limita su venta en el mercado nacional. También se caza el venado cola blanca (Odocoileus virginianus); el tepezcuintle (Agouti paca), el pizote (Nasua narica), el armadillo (Dasypus novemcinctus), los mapaches (Procyon lotor), los zorrillos (Mephitis macroura, Conepatus mesoleucus), ciertas especies de víboras, como la Crotalus sp. y de especies de loros, muchas de ellas para consumo local y otras para comercio de ejemplares vivos para colecciones o mascotas. El aprovechamiento de la fauna silvestre está prohibido en El Salvador.
En el país existen varios zoocriaderos orientados a la reproducción de iguanas, garrobos, ranas y mariposas. Actualmente hay cerca de 15 zoocriaderos registrados de iguana verde y garrobo, 11 de los cuales comunicaron exportaciones en 1997. Además existe un zoocriadero de mariposas y otro de ranas toro.
Cuadro 5. Exportaciones de garrobos e iguanas verdes registradas de 1995 a 1997.
Año
Especie
Número de ejemplares
Valor F.O.B. ($EE.UU.)
1995
Iguana verde
302.440
887.970
 
Garrobo
10.550
20.150
1996
Iguana verde
302.435
962.665
 
Garrobo
5.300
9.550
1997
Iguana verde
351.508
932.350
 
Garrobo
600
900

Fuente: CENTREX-Banco Central de Reserva
El comportamiento indica una tendencia al crecimiento de las exportaciones de iguanas vivas del orden de 300.000 a 350.000 ejemplares por año, mientras que la exportación de garrobos ha ido disminuyendo notablemente. Entre 1995 y 1997 también se exportó carne de garrobo congelada y ranas (Rana pipiens); en 1996 se embarcaron 500 ejemplares a Estados Unidos, con un valor F.O.B. de 250 $EE.UU.
En el período de 1995 a 1997 se exportaron capullos de mariposas a Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, pero no se dispone de información de las especies de mariposas exportadas.
Cuadro 6. Exportaciones de capullos de mariposas y valores F.O.B. para el período 1995-1998.
Año
Número de capullos
Valor F.O.B. ($ EE.UU.)
1995
43.465
108.494
1996
63.420
159.942
1997
54.949
128.139

Fuente: : CENTREX-Banco Central de Reserva
EL SALVADOR
Producto
Recurso
Valor económico
 
PFNM
Importancia
Nombre comercial
Especies clave
Parte usada
Sistema de producción
Fuente
Utilización
Cantidad, valor
(expresado en $EE.UU.)
Observaciones
Fuente
Plantas y productos de origen vegetal
Exudado
!
Bálsamo de El Salvador
Myroxylon balsamum
Látex
BN, P
B
N, I
15.800 gal/año; 27.291 kg/año; $1.691.254
Dato para 1998
Dirección General de Economía Agropecuaria
Alimenticia
!
Pito
Erythrina berteroana
Flor
BN
B
N, I
2.912 kg/año; $19.286
Dato para 1998
Dirección General de Economía Agropecuaria
Alimenticia
!
Chipilín
Crotallaria vitellina
Flor
BN, P, O
B, C
N, I
1.981 kg/año; $ 7.128
Dato para 1998
Dirección General de Economía Agropecuaria
Artesanía
!
Paste
Luffa aegyptiaca
Fruto
BN, P, O
C
N, I
379.166 kg/año; $1.138.089
Dato para 1998
Dirección General de Economía Agropecuaria
Animales y productos de origen animal
Miel de abejas
!
Miel
Apis mellifera
 
BN, P, O
B
N, I
328.030 barriles/año, 198.617 kg/año, $3.441.243
Dato para 1998
Dirección General de Economía Agropecuaria